Debido a la nueva normalidad causada por las consecuencias del COVID 19, las instituciones educativas debieron adaptarse para poder continuar con el proceso escolar de sus estudiantes. Cuando nos dijeron que entrabamos en cuarentena el reto de los colegios y universidades fue crear un sistema virtual por medio del cual pudieran seguir garantizando el aprendizaje a sus alumnos. Pero el aprendizaje no fue solo para los niños y jóvenes, los profesores debieron adaptarse a manejar herramientas tecnológicas y virtuales que probablemente conocían poco o nada y muchos de los padres aprendieron junto con sus hijos que el internet nos puede llevar a cualquier parte.
Luego de un proceso, el sistema se adaptó y en ese momento las instituciones plantearon la posibilidad de una alternancia entre presencialidad y virtualidad manejando protocolos de bioseguridad para proteger la salud de todas las partes involucradas.
La idea es que por medio de medidas graduales los alumnos puedan poco a poco y de acuerdo a los avances de garantías sanitarias regresar presencialmente a sus instituciones educativas y mantener sus jornadas escolares completas entre horas presenciales y horas virtuales.
El modelo de alternancia debe ser autorizado a cada institución por el Ministerio de Educación que trabaja de la mano en el Ministerio de Salud en esta materia, así mismo la institución debe seguir protocolos de bioseguridad que garanticen la protección tanto de alumnos como de maestros y partes involucradas en el funcionamiento de las instituciones.
¿Cómo funciona la alternancia?
Es decisión de los padres si sus hijos acuden o no presencialmente al colegio.
Los alumnos que no asisten presencialmente tienen las clases en vivo por las plataformas de los colegios o cuentan con un profesor que las dicte de manera virtual.
Cada institución pueden organizar los horarios de asistencia de los alumnos como le parezca conveniente basándose en que el número de estudiantes en cada aula sea reducido. Algunas instituciones redujeron el horario presencial diario y lo complementan con el virtual; otras prefieren que los alumnos vayan algunos días completos a la semana y los demás días atiendan sus clases de manera virtual.
Los alumnos deben confirmar su estado de salud con un reporte de síntomas diarios el cual puede ser realizado por los padres de los más pequeños o por los mismos estudiantes cuando sean mayores.
Tanto los alumnos como todas las partes implicadas en la prestación del servicio educativo debe seguir protocolos de bioseguridad detallados que inician desde el momento en que salen de sus casas y se desplazan a la institución ya sea en medios de transporte particulares o privados, hasta que pasan el tiempo en la institución y regresan a su hogar.
La medida de alternancia tiene como fin que la educación regrese a la aulas en un 100% por medio de un proceso en el que se logre que tomando medidas efectivas los alumnos, profesores y personal administrativo sean conscientes de que cuidándose a si mismos cuidan a los demás y pueden recibir tranquilamente su educación.
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